¡Adiós a la economía colaborativa! El cambio de comisiones de Airbnb que lo convierte en una agencia de viajes más


¿Recuerdan cuando Airbnb era la plataforma rebelde de la "economía colaborativa"? Aquella idea de compartir un espacio extra para un viajero ya es cosa del pasado. La compañía ha dado un paso que marca el final de una era, abandonando su modelo de comisiones "compartidas" para adoptar el sistema tradicional de las grandes agencias de viajes. Este movimiento demuestra que Airbnb ya no quiere ser diferente, sino directamente el mejor en el juego del turismo.

Hasta ahora, los anfitriones pagaban solo un 3% de comisión, mientras que los huéspedes asumían entre un 13% y un 14% extra. Este esquema se ha terminado. A partir de ahora, Airbnb cobrará una comisión única de 15.5% que será pagada íntegramente por el anfitrión. Para los viajeros, esto es una buena noticia, ya que el precio que ven al principio será el precio final, sin sorpresas. Para los anfitriones, sin embargo, sus costos se multiplicarán, lo que probablemente se traducirá en un aumento de precios para los usuarios.

Este cambio tiene una razón clara. El nuevo modelo de comisiones desincentiva que los usuarios y anfitriones se salten la plataforma para ahorrarse el dinero. Además, este movimiento estratégico de Airbnb busca atraer a un actor clave del turismo tradicional: los hoteles. La compañía ha relanzado su apuesta por sumar a estos establecimientos, buscando reducir su dependencia de los alquileres de casas y apartamentos, una actividad que cada vez está más restringida en muchas ciudades.

En un mercado turístico online cada vez más concentrado, Airbnb se enfrenta a gigantes como Booking y Expedia. El crecimiento de la plataforma se ha desacelerado, mientras que sus competidores siguen pisando fuerte. Al convertirse en una agencia de viajes online más, Airbnb busca competir de tú a tú en la guerra por dominar toda la experiencia del viaje, desde la reserva hasta el contenido que subimos a las redes. Lo más probable es que esta creciente concentración termine afectando negativamente a los usuarios en forma de precios más altos.