Si tu teléfono Android se arrastra más que una tortuga, no te preocupes. Antes de pensar en comprar uno nuevo, hay una serie de ajustes secretos que pueden darle un empujón de velocidad al sistema. No necesitas ser un genio de la informática para activarlos; se encuentran escondidos en las llamadas "opciones de desarrollador".
Lo primero que tienes que hacer es desbloquear estas opciones. Es muy fácil: ve a Ajustes, luego a Información del teléfono y pulsa siete veces seguidas en "Número de compilación". ¡Listo! Ahora ya puedes acceder a los trucos que te harán sentir que tienes un móvil de gama alta en tus manos.
Una de las formas más sencillas de notar la diferencia es acelerando las animaciones del sistema. Dentro de las Opciones de desarrollador, en la sección "Dibujo", cambia la "escala de animación" de 1x a 0.5x. Verás cómo las apps se abren al instante y la navegación se siente mucho más fluida. Otro truco es limitar las aplicaciones que se ejecutan en segundo plano; esto libera memoria RAM y concentra los recursos en lo que estás haciendo en ese momento, lo que mejora el rendimiento y, de paso, la batería.
Finalmente, si quieres darle un extra a tu procesador, puedes activar la opción de Forzar representación GPU. Esto hace que el procesador gráfico de tu móvil trabaje más para mover el sistema, lo que reduce los tirones y hace que todo se vea más suave. Con estos tres sencillos trucos, tu móvil Android se sentirá mucho más rápido y placentero de usar.
